En él comienzo desde las raíces, el tronco, las ramas, follaje, flores, frutos y plagas, incluso las hojas caídas…
Milagro de la naturaleza y primorosa creación de Dios es mi árbol favorito.
Tres estaciones de sequía, parecidas a estar muerta, sin follaje, flores y mucho menos fruto y de repente ¡Voala! Una explosión de color amarillo intenso que caen tal como lo describe su nombre: una lluvia de oro que para mí es de 24 kilates.
Disfruto admirar el cambio del pavimento gris por una alfombra bellamente tapizada de estarás alegres flores que anuncian escandalosamente la llegada de la primavera.
Para inmortalizar la estación y el árbol, confeccioné uno de cartonería y alambrón, decorado con flores artificiales idénticas a las originales, acomodado sobre una bella maceta iluminada, toque exquisito en mi sala.