Éstas flores que anunciaron tu nacimiento, son todas blancas, perfumadas de una nítida alegría, vertidas en la fuente donde bautizaron tu vida.
También hubo rosas y girasoles tapizando el andar divino con la pureza en la mano que concedió el porvenir.
¡Hay tantas flores también en el alba!
¡Flores hermosas que te dicen feliz!
Tiene violetas y orquídeas tu alma, abundantes sin presumir.
Sembré alcatraces antes de que vinieras por mi, quiero mostrarte qué el tiempo ha brotado en sus hojas y en cada uno de sus pétalos, puedes dormir y el jardín donde se encuentran lucirá amoroso, pendiente de los pensamientos para darte más rosas que te vistan y te despidan con felicidad.