Haciendo un recuento mi vida está plagada de victorias, de las cuales considero que simplemente son, no hay categorías,
Mi concepción fue la primera.
Mi trayectoria estudiantil con primeros lugares, reconocimientos, títulos, mención honorífica, etc.
La deportiva es punto y a parte, pues aunque no me agrada mucho he logrado saltar sus barreras haciéndola mí aliada
Competí en una ocasión llegando en penúltimo lugar y casi sin aire, en otra estuve a punto de ahogarme de no ser por mi prima Gabriela que me dió un empujón y me salvó. Ya cuando mis hijas las lleve a clase decidí que también era mi momento de aprender.
En la escuela de la vida tengo bien grabado el hecho de salvar mi pellejo y el de mi hermana el día que nos pico el alacrán y que con escasos 5 años salí a pedir ayuda y sobrevivimos.
Todas las aptitudes y habilidades me he dado la oportunidad de desarrollar me han beneficiado a mi y a otros.
En estos 44 años he hecho de todo, una milusos como dice la canción, crié codornices, lombrices, corte cabello, hice peinados, tuve una panadería y pastelería preparando pasteles para bodas y XV años, impartí cursos de cocina di conferencias de vida saludable, incursione en varias áreas de manualidades entre cartoneria, pintura, peluche y más, mucho más. En pandemia entre a mi primer curso del programa mujer escribir cambia tu vida y de ahí surgió la organización para publicar mi primera antología y 6 libros más.
Me he desecho con éxito de varias cosas materiales que me tenían abrumada, ahora me siento más libre, con más espacio y soltura y créanme que esa es una de mis mayores victorias
Mi concepción fue la primera.
Mi trayectoria estudiantil con primeros lugares, reconocimientos, títulos, mención honorífica, etc.
La deportiva es punto y a parte, pues aunque no me agrada mucho he logrado saltar sus barreras haciéndola mí aliada
Competí en una ocasión llegando en penúltimo lugar y casi sin aire, en otra estuve a punto de ahogarme de no ser por mi prima Gabriela que me dió un empujón y me salvó. Ya cuando mis hijas las lleve a clase decidí que también era mi momento de aprender.
En la escuela de la vida tengo bien grabado el hecho de salvar mi pellejo y el de mi hermana el día que nos pico el alacrán y que con escasos 5 años salí a pedir ayuda y sobrevivimos.
Todas las aptitudes y habilidades me he dado la oportunidad de desarrollar me han beneficiado a mi y a otros.
En estos 44 años he hecho de todo, una milusos como dice la canción, crié codornices, lombrices, corte cabello, hice peinados, tuve una panadería y pastelería preparando pasteles para bodas y XV años, impartí cursos de cocina di conferencias de vida saludable, incursione en varias áreas de manualidades entre cartoneria, pintura, peluche y más, mucho más. En pandemia entre a mi primer curso del programa mujer escribir cambia tu vida y de ahí surgió la organización para publicar mi primera antología y 6 libros más.
Me he desecho con éxito de varias cosas materiales que me tenían abrumada, ahora me siento más libre, con más espacio y soltura y créanme que esa es una de mis mayores victorias
