Temía sentirse sola, ser abandonada, rechazada, no querida y tantas y tantas cosas más que aquejaban su pequeño bmundo.
Conforme ella fue creciendo el monstruo a la par, se alimentó de sus inseguridades, se nutrió de su baja autoestima, fortaleciéndose día a día, logró alojarse en un nudo que se le formaba en la garganta cada que sentía que no era querida, respetada y amada.
Vivian luchó arduamente contra ese monstruo, cuando sus fuerzas comenzaron a menguar planeo otra estrategia: aliarse al enemigo, tenerlo de su lado y así por fin hacer las pases y dejarlo ir si así lo deseaba, él se ha cansado, y ha decidido ceder, irse a otra piel, para que ella por fin pueda descansar, disfrutando de un mejor presente y un maravilloso mañana.