Las situaciones que experimentó en su entorno, cuando niña, le enseñaron a callar, almacenar heridas en su subconsciente. Sus voces internas son energías oscuras atrapadas en las paredes de su mente. Anoche hubo tempestades en su corazón. Ella buscó el rincón más seguro de la casa, para permitir en cada lágrima el desbordamiento de la desilusión, la injusticia, el rechazo y el miedo. Las palabras y el ruido a su alrededor enmudecieron en sus oídos. Se perdió en el arrebato violento de sus emociones. Las voces gritaron. Gritaron más fuerte, nublando la atmósfera de su entendimiento, quebrando toda empatía y perdón. Perder el control de lo que sentía terminó orillándola a mirar la muerte como una solución, una cura definitiva. “Mejor morir que seguir sufriendo o hacerle daño a otros”. Pero solo quedó en eso, pensamientos de ocasión, porque cuando sus días se llenan de amor le dan ganas de continuar el viaje de la vida, aprender nuevas cosas, crear obras literarias para acallar sus males, sus desventajas resilientes y sentir que puede expresar sus emociones sin herir con palabras a nadie, palabras que en su mente resuenan bien, pero que son una gran falacia.
La tempestad se durmió en la madrugada. Le dejó rastros de dolor; se reactivaron por la mañana, por la tarde y al anochecer. Para entonces no pudo evitar estar encadenada a un sentimiento de carencia y atención afectiva. La tortura era continúa, las voces fueron severas y sugerentes, la obsesión de ideas negativas y las situaciones imaginarias alteraban su realidad. En su desolación escuchó un canto de esperanza. Sus voces interiores se desgarraron en gritos más lastimeros. Al final ella comprendió muy a su manera que pedir ayuda era algo necesario y correcto. El nivel de las aguas donde se ahogaba, bajo su nivel. Le sienta bien ser escuchada, le va bien salir de su cuerpo y observarse para no sentir el choque dramático de sus traumas no resueltos. Ha llegado a la conclusión de que llorar aligera su carga y de que entre más lo muestre ante los demás eliminará su complejo de debilidad.