No sé decir si lo es, solo sé que me han acontecido diversidad de experiencias de todo tipo en el, algunas que he de recordar toda la vida como:
- Que sea un año al que tenía escasas espectativas de llegar por los problemas de salud que en los últimos años he experimentado y que recientemente di ya 45 vueltas al sol.
- Cumplir el sueño de conocer Machu picchu viajando a Perú como regalo de mi aniversario de bodas número 25
- Saber que el origen de mis achaques es físico y psicológico.
- Aprender a soltar, relaciones tóxicas, acumulaciones materiales, alguna que otra inseguridad y creencia limitante.
- Que a pesar de vientos y mareas, nuestra relación se mantiene a flote porque los dos hemos trabajado con nuestros propios defectos para que así sea.
- El regalo de pertenecer. Estar con ustedes presentes cada semana, apartando el tiempo para convivir “en un cafecito virtual “ -como a mí me parece- es algo muy lindo que me sucedió y que atesoro en mi corazón .
- Tener la oportunidad de mirar el grado de independencia que cada una de mis hijas ha logrado. Verlas convertidas en dos mujeres que no se mueren de hambre es algo que no tiene precio y que agradezco infinitamente a Dios.
Siento mi copa rebozando en este año especialmente, pocas cosas me faltan por cumplir y lo digo más que nada porque he oído que cuando dejas de tener metas, proyectos empiezas a morir.
También siento que cada día estoy más preparada para partir, algo que anteriormente me aterraba, hoy lo tomo con más calma, tampoco al grado de querer terminar con mi vida pero sí al grado de una satisfacción personal que me da paz, agregaría solo una formación espiritual que me acerque más a Dios, eso es lo que considero que debo aún pulir para estar bien a cuentas.
En general ha sido un magnífico año y tengo la esperanza que el próximo sea mejor.