Busco sentir cada vez en menor intensidad, más consciente y elegir.
Indiscutiblemente, la gran parte del tiempo no depende de lo que prefiero, si bien es cierto que ya no reacciono de la misma manera que antes, no quiere decir que el enojo, la tristeza y la desesperación no habiten en mí.
Existen esos espacios en los que, aún buscando, no logro definir dónde estoy, he querido imaginar la sobriedad, la paz y la alegría juntas, pero aún así hay rastros de tristeza y melancolía, y aún en los mejores momentos, vuelvo a llorar de dolor y de rabia. ¡imposible olvidar! pero sí, la experiencia es completamente distinta, no sé si duela menos, pero sí sé, que sentir amor, ha permitido volver al presente y tomar decisiones distintas, pensar entre ellas, buscar esos pensamientos, los que más me agraden. Así como si estuviera en un Gran jardín, lleno de miles de flores y elegir una a la vez, centrar la mirada y cada sentido y parte del cuerpo en una sola, si existe protesta, voltear hacia otro lado.
Hay momentos que aunque haya malestar, busco que eso también sea agradable y seguir hasta que algo me haga cambiar el rumbo… a ese rumbo en el que otra vez pueda elegir y sentirme a gusto, aunque eso no agrade a muchos.
En el descontento, elijo respirar y llevar la mirada a lo que pienso y en un recorrido por mi ser, llegó a lo que siento, a lo que quiero y en ese mundo tan pequeño y complicado de sentir, pensar y actuar, se pasan los instantes y los días.