No debiéramos sentirnos culpables de tomar tiempo para cosas básicas que nos beneficien en esta vida, elegir lo que mejor nos siente y renunciar conscientemente a aquello que pueda dañarnos representando una amenaza, eso sería lo ideal.
En lo personal ahora suelo hacer ejercicio 6 días a la semana, no es algo que me agrade pero si algo que me aporta muchos beneficios y resultados.
Cuido mi cuerpo alimentándome bien, llevo una rutina para el cuidado de mi piel ya madura, constantemente duermo a buena hora, últimamente he practicado meditación y me ha ido mejor.
Tomo un poco de sol, camino descalza sobre el pasto para recargar energías, consumo la mayor parte de mis alimentos en mi mesa de jardín donde aprovecho también estar en contacto con la naturaleza y con lo que tengo, lo cual hace más llevadero el comer en soledad, pues últimamente se ha convertido en una aliada para conocerme y esa es otra forma de autocuidarme.
Para realizar estos procedimientos claro que he tenido que renunciar a algunas cosas que para mí ya eran hábitos.
Como parte de las renuncias dejé el azúcar, una de mis mayores adicciones , a pesar de que no solía consumir refrescos y casi ninguno de los productos industrializados que venden en las tiendas, pero si solía consumir aguas de sabor y algunos caramelos o helados.
Otra adicción a la que renuncié fue emplear mi valioso tiempo en redes sociales, desactive las notificaciones de mi celular y tengo un mínimo de entradas hoy en día, eso ha optimizado el tiempo con el l que cuento y que hoy uso para mi beneficio.
Algo en lo que confieso he fallado pero pienso poner hoy más que nunca más énfasis es en mi salud mental, esa que también por supuesto que merece también gran parte de mi atención.